El sector privado de alquiler del Reino Unido ha registrado los valores más elevados de su historia en el verano de 2019, según la Asociación de Agentes de Arrendamiento Residencial (ARLA, por sus siglas en inglés). Casi dos tercios (63 %) de los miembros de la asociación han observado aumentos del alquiler en julio, siendo dicho incremento del 86 % en algunas zonas del país.
«Tras la entrada en vigor de la Ley de Tarifas de Inquilinos en junio, los alquileres han seguido aumentando, como creíamos que sucedería», dijo David Cox, director ejecutivo de ARLA. «Los inquilinos siguen pagando las tarifas que se ha prohibido que cobren los agentes, aunque ahora lo hacen a través del alquiler, en lugar de mediante costes iniciales», añadió.
Los agentes de alquiler del país gestionan unas 184 propiedades de media, en comparación con las 199 a principios de verano, y tienen 73 posibles inquilinos, en comparación con los 70 de junio. Este descenso de la oferta y el aumento de la demanda han contribuido a la subida de los alquileres, según ARLA, puesto que «aumenta aún más la competencia en el mercado, lo cual incrementa los alquileres o fuerza a los propietarios a salir del mercado», declaró Cox, quien teme que el aumento de la legislación ejerza más presión sobre el mercado.
Los agentes inmobiliarios señalan que la intención del gobierno al prohibir las tarifas asociadas al alquiler era conseguir que el alquiler de propiedades fuese más asequible. Pero el resultado de sus acciones ha sido el aumento del alquiler en todos los ámbitos, justo lo contrario de lo deseado.
