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Después de que el aumento de más de un 20 por ciento en el número de hipotecas aprobadas en 2018 despertara el apetito de los inversores internacionales por el sector inmobiliario y la pujante economía española, el mercado inmobiliario del país cobra cada vez mayor atractivo.

El número de operaciones aumentó en un 11 por ciento en 2018, según las cifras del Instituto Nacional de Estadística español. Los compradores extranjeros representaron un 12 por ciento de las ventas, en comparación con apenas un 4 por ciento en 2009. Los precios aumentaron un 8 % durante el año, aunque aún están por debajo de su nivel de 2010, lo que significa que los inversores todavía pueden encontrar precios atractivos.

«Estas tendencias continuarán durante 2019; la mayor demanda de viviendas seguirá centrándose en los centros urbanos y en los codiciados destinos de segunda vivienda en la costa», asegura el experto local Rod Jamieson. En Barcelona el panorama es especialmente positivo, según afirma. «La confianza va en aumento, especialmente entre los inversores internacionales. A medida que se completan nuevos proyectos exclusivos de primera categoría en zonas prémium, esperamos que los resultados sean prometedores. La demanda de inversión en España a escala global continúa aumentando y Barcelona seguirá beneficiándose de esta tendencia».

Los tipos de interés siguen siendo relativamente bajos y España representa una «opción de inversión segura y atractiva», apunta Jamieson.

Aunque la demanda de los compradores británicos ha perdido fuerza en los últimos meses debido a la incertidumbre relacionada con el Brexit y a la bajada de la libra, escandinavos, belgas, neerlandeses y otros compradores de Oriente Medio han ocupado su lugar.

GRE Assets cuenta con varios proyectos de gran envergadura en Barcelona