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Las previsiones de la tesorería catalana en el noreste de España apuntan a un crecimiento del 2,9 por ciento para finales de 2018, superior tanto al crecimiento global del PIB español como al de la eurozona en general.

Estas cifras suponen una revisión al alza de los pronósticos del año que se publicaron en 2017, cuando se esperaba que la economía catalana creciese un 2,6 por ciento durante 2018. También se prevé un saludable aumento adicional del 2,5 por ciento para 2019.

Este buen rendimiento se basa en tres años de sólido crecimiento en la región, con una subida del 3,4 por ciento en el PIB en 2017, además de un crecimiento de más del 3 por ciento en 2015 y 2016. La demanda exterior de bienes y servicios catalanes sigue siendo elevada y representa aproximadamente el 20 por ciento de las cifras de crecimiento, según las autoridades regionales.

La creación de nuevas empresas y la inversión extranjera han contribuido a reducir drásticamente las cifras de desempleo. Está previsto que la tasa de desempleo de Cataluña alcance el 9,7 por ciento en 2019, bajando del 10 por ciento por primera vez en 11 años. «La economía catalana ha experimentado tres años excepcionales de crecimiento», informó la Agencia Catalana de Noticias, pronosticando que el volumen de la economía superará los 250 000 millones de euros durante 2019.