Con el Brexit y unas posibles elecciones en el horizonte, el Canciller de la Hacienda del Reino Unido, Philip Hammond, presentó un presupuesto muy generoso el 29 de octubre de 2018 con el objetivo de transmitir a los votantes una agradable sensación de beneficio económico.
Además del anuncio principal, el aumento del umbral para aplicar el tipo base del impuesto sobre la renta, que ofrecerá un pequeño impulso económico a unos 32 millones de personas, Hammond ha desvelado una serie de medidas para estimular el mercado inmobiliario residencial.
Exenciones del impuesto sobre transmisiones para adquisiciones de inmuebles con titularidad compartida de hasta 500 000 libras, con carácter retroactivo desde el presupuesto de noviembre de 2017.
Esta decisión corrige una anomalía de la exención anterior, que suponía que quienes compraban por primera vez propiedades con titularidad compartida debían abonar la totalidad del impuesto sobre transmisiones de la compra, incluso aunque su participación estuviera por debajo del umbral.
«Por su naturaleza, quienes adquieren hogares con titularidad compartida por primera vez tienen dificultades para dar ese paso en el proceso de compra», declaró Paula Higgins, de HomeOwners Alliance. Paula ha acogido con agrado esta medida y la decisión de darle carácter retroactivo.
Otros expertos en propiedades residenciales sostienen que la medida podría estimular nuevas actividades tanto para los promotores como para los compradores.
En el futuro, los no residentes en el Reino Unido deberán pagar un 1 por ciento más en el impuesto sobre transmisiones. En enero de 2019 se conocerán todos los detalles sobre este cambio.
El programa Help to Buy se ampliará hasta 2023, en lugar de finalizar en 2021.
Esto indica que el programa ha gozado de un éxito y popularidad moderados, a diferencia de los numerosos intentos realizados durante los últimos años para estimular el mercado de quienes compran por primera vez en el Reino Unido. Sin embargo, actualmente hay menos hogares en el mercado que en ningún otro momento desde 2008 y las solicitudes de hipotecas están disminuyendo.
Un mayor número de tiendas y edificios comerciales podrían convertirse en viviendas.
El Canciller anunció un fondo de 675 millones de libras para ayudar a los ayuntamientos a dinamizar las zonas comerciales, junto con una serie de planes para que resulte más sencillo convertir los edificios comerciales en viviendas. Estas propuestas han sido bien recibidas por la Federation of Master Builders, cuyo director ejecutivo cree que se podrían crear 400 000 viviendas nuevas en el espacio desaprovechado sobre los establecimientos de las calles comerciales.
«Vemos con buenos ojos la modernización de las zonas comerciales mediante iniciativas como Future High Streets Fund, que ayudará a proteger los ingresos y a garantizar el rendimiento sostenible de las inversiones de holdings minoristas», afirmó un experto en inversiones inmobiliarias.
Las empresas inmobiliarias con sede en el extranjero estarán incluidas en el ámbito del impuesto sobre sociedades del Reino Unido a partir de abril de 2020.
De este modo, es probable que estas empresas experimenten una reducción en sus tipos impositivos del 20 por ciento al 19 o 18 por ciento para los ejercicios fiscales que comiencen el 1 de abril de 2020 o posteriores.
El departamento de Rentas y Aduanas de Su Majestad señala que: «Esta medida ofrecerá un tratamiento fiscal más equitativo para las empresas ubicadas dentro y fuera del Reino Unido que reciban ingresos similares y servirá para impedir que se utilice esta diferencia con el objetivo de reducir la cuota tributaria de propiedades ubicadas en el Reino Unido mediante titularidad extraterritorial».
Habrá un nuevo plazo para abonar el impuesto sobre las ganancias de capital: los vendedores tendrán que realizar un pago a cuenta en los 30 días siguientes a la venta de una propiedad residencial. Esta medida se aplicará en abril de 2019 para quienes no residan en el Reino Unido, y en abril de 2020 para los residentes en el país.
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Esta medida, cuyo objetivo es promover la movilidad de los jóvenes, podría tener un impacto positivo indirecto en los planes de propiedad residencial de los distritos suburbanos y hacer que la compra de viviendas sea más asequible.
